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Edward Bach (1886 - 1936)

¿Quién fue Edward Bach?


El Dr. Edward Bach nació en Birmingham el 24 de septiembre de 1886, fue un niño intuitivo y sensible y desarrolló desde siempre un gran amor a la naturaleza.


En 1903 quiere estudiar medicina pero piensa que sus padres no pueden costearle los estudios así que empieza a trabajar en la fundición de latón de su padre para poder pagar sus estudios de medicina.


En 1906 mantiene una conversación con su padre acerca de su vocación para ser médico, su padre lo apoya e ingresa en la Universidad de Birgmingham para estudiar medicina. Padece muchas privaciones económicas mientras estudia y realiza varios trabajos para mantenerse.


En 1912 se muda a Londres para terminar su formación médica.


Los primeros años de la carrera profesional del Dr. Bach fueron convencionales y exitosos.


Trabajó en diferentes hospitales como médico y cirujano y estableció una reconocida consulta en Londres en la prestigiosa calle Harley Street conocida en aquel tiempo como una importante zona de consultorios médicos.


En 1915 dedicó su interés a la bacteriología insatisfecho por las limitaciones de la medicina convencional enfocada en la curación de los síntomas, convencido de que el tratamiento eficaz debería tratar la causa de la enfermedad. La insatisfacción del Dr. Bach no estaba tanto en la falta de resultados de la medicina tradicional si no en la actitud médica ortodoxa hacia el paciente orientada a los síntomas del cuerpo desatendiendo su personalidad.


En 1917 Edward Bach sufre una hemorragia intestinal severa, tras ser operado de urgencia su pronóstico no fue alentador, le quedaban tres meses de vida. Bach no se resignaba a dejar inconclusa la obra que había comenzado, aceptó la idea de la gravedad de su estado y decidió que aprovecharía al máximo el tiempo que le quedaba de vida para continuar su obra, la determinación por investigar el tratamiento de la enfermedad le condujo a recuperarse.


El Dr. Bach concluyó de su propia experiencia que una pasión o un gran objetivo en la vida podía ser un poderoso incentivo para superar las dificultades y recuperar la salud.


En 1919 trabajó como bacteriólogo en el Hospital Homeopático de Londres y entró en contacto con las teorías de Hahnemann fundador de la homeopatía, el cual había reconocido 150 años atrás la importancia de la personalidad en la enfermedad.


Por su experiencia e intuición el Dr. Bach pensaba que la personalidad y la actitud de las personas tienen un efecto sobre el estado de salud de las mismas.


Combinando estos principios con sus conocimientos de medicina desarrolló los siete Nosodes de Bach, vacunas intestinales a base de bacterias que purificaban el tracto intestinal de los pacientes mejorando su estado de salud.


El Dr. Bach se dio cuenta de que era capaz de diagnosticar el Nosode necesario para un tratamiento más satisfactoriamente a partir de los rasgos de personalidad, que no de los análisis clínicos. A pesar del éxito de los Nosodes, al Dr. Bach no le gustaba el hecho de que estos se obtuvieran de bacterias, y siguió buscando métodos de curación más naturales a base de plantas. Descubrió que ciertas plantas tenían efectos similares a los grupos de bacterias.


En 1928 prepara dos plantas de la misma manera que las vacunas orales y las prescribe según la personalidad de sus pacientes con resultados inmediatos y positivos.


En 1930 con 43 años cerró su laboratorio y su consulta en Londres y se dedicó a la búsqueda de remedios en la naturaleza. Este año escribe su libro” Cúrese Ud. Mismo” con el mensaje de que la enfermedad física es el resultado de la desarmonía con nosotros mismos.


En los siguientes cuatro años estuvo viajando por muchos condados de Inglaterra y Gales buscando y preparando remedios florales.

Durante estos años encontró los llamados “Doce curadores y los siete Ayudantes”


El centro Edward Bach


En 1934 se trasladó a Mount Vernon, donde se ubica actualmente el Centro Edward Bach, continuó la búsqueda de más flores, y completó su sistema floral con 19 nuevos remedios.


El Dr. Bach estaba enfermo, durante este tiempo sufrió mucho físicamente y se mantenía en la creencia de que cada uno debía seguir su verdadera vocación, seguía tratando pacientes y dando conferencias mientras entrenaba a sus colaboradores para que pudieran difundir su trabajo.


Una vez desarrolló las 38 flores junto al Rescue Remedy dió su trabajo por concluido, las 38 flores cubrían todos los aspectos de la naturaleza humana.


El principio “tratar al paciente y no la enfermedad” se convirtió en la base del nuevo sistema de medicina floral que Edward Bach descubrió.

Edward Bach murió el 27 de noviembre de 1936 por una insuficiencia cardíaca.


Edward Bach: El hombre


El Dr. Bach fue, y cito palabras de Eduardo Grecco, un hombre capaz de superar con grandeza las contrariedades, de ser consecuente con sus convicciones, generoso y profundamente sensible, comprometido con sus semejantes.


Me gustaría citaros algunas impresiones personales de gente que le conoció y que se recogen en el capítulo XXII del libro “Los descubrimientos del Dr. Edward Bach, las flores y su poder curativo” de Nora Weeks.


El Dr. C.E Weeler, dice de él:


Quiero dejar claro mi reconocimiento a su genio, mi afecto y respeto hacia él como compañero, amigo leal y generoso. Es la persona más libre que he conocido, libre de todo egoísmo, sinceramente altruista y valiente para defender sus convicciones. El mundo es mucho más pobre por la pérdida de Edward Bach.


Mr. Jack Davies, uno de sus amigos pescadores de Norfolk, dijo de él:


“Me gustaba tanto por la manera en que siempre estaba dispuesto a prestar ayuda a quién fuera, de cualquier índole que fuera. No hacía diferencias si eran ricos o pobres”.


B.A. Barnet , ayudante de laboratorio en el hospital Homeopático de Londres lo describe así:


“El Dr. Bach fue el hombre más generoso que conocí jamás, siempre tenía una sonrisa para todo el mundo.”


Nora Weeks , una de sus colaboradoras lo describe:


“Edward Bach era un hombre auténtico, que tenía la misma personalidad sin importar dónde estuviera, jugando a los dados en la taberna del pueblo, conversando con los pescadores a orillas del mar, dando una conferencia frente a una sociedad médica o ayudando o aconsejando a pacientes ricos o pobres”


“Edward Bach combinaba su genialidad con una natural sencillez y una gran humildad y absoluta falta de orgullo por sus descubrimientos, lo que le hacía ganarse el afecto y respeto de todas aquellas personas que lo conocían o trabajaban con él. Su gran personalidad, su intuitiva comprensión de la naturaleza humana, su total convicción sobre su misión en la vida y el no permitir que nadie interfiriera con ella, lo convirtieron en una personalidad que todos recordaban.”


Robert Victor Bullen, colaborador del Dr. Bach:


“Quienes tuvimos el privilegio de estar íntimamente asociados al doctor Edward Bach durante los últimos años de su vida, no podremos nunca estar lo suficientemente agradecidos por esta experiencia. Este sistema de curación floral que nos ha sido dado por el Dr. Bach es un retorno a la curación auténtica,… se cura la mente y el individuo en su totalidad logra reanimarse y encuentra la felicidad.


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